Más, más, más....

Compra tu alma gitano bendito, dile a tu hija que baile hasta el amanecer, tu esposa me mira feo, y yo no quiero permanecer, en malas gracias, malas lenguas, respeto profundo por lo que tu sangre esconde, verdes los caminos, verdes los senderos, atravesando desiertos seguro que no es bello, el pasado domingo conocí a don martín, buen hombre, buen señor, mientras tenga látigo en la mano, sin el es un despiadado, hijo de puta, se coge a su perro.
Las danzas suben de ritmo y no acabo de conocer, las fases de la luna roja que se reflejan en la mujer, dientes blancos piel café, finos rasgos me hacen palidecer, tengo tantos sueños muchos chances de desaparecer, quien diga digo, dicen los portales, quien en el mercado roba, sus hijos pierden las manos, una señora de velas rojas, moradas y negras, me habló sobre el amor y dijo:

-Mira hijo, que con esta sangre no se juega, dale a esa mujer un mal rato, y nunca ninguna mujer habrá sabido de ti-.

Más amenazas lanzó al aire, yo la necesitaba y dispuesto estaba a morir sin morir al fin, quien rueda por los jardines, quien en los jardines come flores, nadie sale inerme, nadie come rosas sin tragarse las espinas, tarde que temprano, el fuego quema, día a día, por todas pasiones, todos ardemos.