sábado, 30 de mayo de 2009

Con la escoba...


De fina manufactura es su opinión, tan fácil de lanzarla que poco o nada repara en las consecuencias de las mismas, convirtiendo todo aquello malentendido en un lanzallamas horroroso, viajar a su lado se vuelve incómodo, esperando que en cualquier momento baje su llameante juicio sobre tú cabeza, laboriosa la hermandad entre mis semejantes, tanto tiempo para dejar algo ir, tanto tiempo que me arrepentí, decidí ciertamente y sin mirar atrás, asumir las consecuencias de mis actos, y sin embargo la obsesión, por echarme en cara mi error.

Y entiéndase como error ser honesto con lo que pensamos y sentimos, actuando de forma concordante para evitar contradicciones, la sociedad entera se engaña pidiendo la verdad, todos vivimos muy cómodos en un mundo así... Xalapa es así, muy cómoda como diría mi broder Manuel, es muy fácil acomodarse en una mentira bien o mal pagada y repartir juicio por sobre el resto del mundo.

Y es que es tan fácil mantener al mundo entero feliz con mentiras, mentimos para ocultar nuestra culpabilidad en ciertos hechos, mentimos para mostrar agradecimiento, y todo por una condenada vaca sagrada... prefiero ser vegetariano verbal, y alimentarme con la amarga cafeína de la cardinalidad.

La inercia no es pecado, no vivimos con modales victorianos, es absurdo suponer que el hombre es constante y absolutamente dueño de si mismo, hay una bestia, tremendo animal, que no es fácil contener cuando la cosa que más amas se mira en riesgo, no es fácil recibir crítica de alguien al que no le debes más que una piyama, que se la trague por el orto que poco o nada me importa, no es tan difícil conseguir una más a mi gusto.

Afirmo y confirmo que no necesito a toda una familia, soy extremadamente feliz con una familia con padre y abuela, soy extremadamente feliz con familia de hermano y madre, admito sin lugar a dudas que algo más numeroso podría facilitar mi vida en muchas cosas, pero hay más de una manera de escribir nataS, es necesario malentender mis palabras para odiarme, y sin embargo, cuando digo "no necesito de una familia", no me refiero, en absoluto a ser un ingrato, o lastimar aquellos a quienes yo verdaderamente amo, si no simple y sencillamente "no quiero molestarlos, tengo el mejor apoyo que podría solicitar", tarde que temprano, el mundo laboral nos hace huerfanos.

No hay comentarios: