viernes, 17 de abril de 2009

Talabartería digital...


No somos, santos, o al menos no porque no existen, no hemos condenado horizontes, tan sólo por la mala costumbre, hemos venido a menos, o a más, dependiendo la óptica, hemos estado en continuo juego, de fusiones corporativas, judeo-cristianos s.a.; si por matar a dios me vuelvo el anticristo, si por revivirlo me hago puta.
Venga, se rompió una jerga.

2 comentarios:

Jose M Serrano dijo...

tienes razón está esto de la ver... acruz de mis añoranzas cómo la extraño y cómo recuerdo Xalapa leyendote carnalito, hace un rato leía una entrevista de Virulo, dónde decía que los marginados son los cultos y los ostentosos pagan por entrar a ver los "artistas" que cantan reguetón, me voy a la cama pensando en cuál es el derecho y cuál el revés

El vikingo dijo...

Sin arribas ni abajos, pensandolo desde un punto indeterminado en el cosmos, no existen hasta el momento leyes absolutas que dicten o separen, aquello que es brillante de lo que es mediocre.
Con esto no defiendo el reggaeton, porque también para mi su sonido es tan placentero como una caja de gatitos pasando por debajo de una podadora, y sin embargo, haya venido el reggaeton para quedarse, o sea tan sólo una moda intrascendente, duermo tranquilo sabiendo que puedo jugar a hacerme el sordo.
He conocido de marginados y ostentosos, a marginados ostentosos y ostentosos marginados, si algo he aprendido, es que su nivel de cultura nunca es mayor a su capacidad de generar empatía por lo que tengan en la cabeza... dicho esto, todo este dilema se resume en el problema clásico presente en toda la historia de la humanidad... jajaja, un problema de comunicación.