Mugre...

Hace tanto tiempo ya, que los dedos comienzan a empalagarse de sentir, que los oidos mejor juegan a lo sordo y los labios no besan más que el suelo, vengo con un par de moluscos a contar historias de tiempos pasados, traen jaranas y bongós, con camiones miserables que la esquina no llegan a doblar.

Compramos un par de teclados al amanecer, un sistema de pisa y corre, una nostalgia, un querer que me olvida, jugando a olvidar me salgo a correr, conquisto el cerro con tristeza, y veo mi ciudad, grande, muy grande para mi, ruidos infernales, escandalos malditos, viendo 3 deditos, no queda más esperanza que partir, a otro lugar más ruidoso, pero que promete más sueños a cumplir, viendo que esto del tiempo no me deja olvidar, recordaré ya muy lejos, el hombre que yo fui.

Seré, la marea más brutal, la balacera al filo del amanecer, la nota roja más hermosa, un muerto más, pero viviré, aún más de lo que otros esperan, meditaré, lo que se pierde al respirar, bendeciré, a todo ser que no me olvide, los recordaré y oraré, a un dios que no existe por su bien, la esperanza muere al último, y me la matas mujer, olé, al fino pulso que conservas, con tus gráciles y afilados dedos, yo no soy bueno, mas no soy un bueno para nada, educaré lo que me queda de vida, para saber, que si yo pienso, estaré bien.