jueves, 19 de marzo de 2009

Titulo autoexplicativo, yes...


Vendimos un par de acciones, y ganamos un poco de dinero, bueno, no mucho, pero era dinero, compramos unas chelas y brindamos para celebrar el fin del mundo, hay fuego, humo, lo que se espera del apocalipsis, pero era bueno, como que todos, despues de tanto desmadre, pus, como que nos sentamos y contemplamos el espectaculo, nada de mano de dios, ni venidas de cristo, ninguna de esas eyaculadas, simplemente eramos un bonche de carnales, resignados.
No sé si fui yo, o mi vecino, pero el punto es que alguien comenzó a cagarse de la risa, y si hasta el momento nada de esto había tenido sentido, pues ahora como que menos, pero el punto es que tarde que temprano, esa risa se fue propagando, como que todos, empezaron a ver lo absurdo del asunto, y listo, podía pasarnos lo que fuera, ahí fue cuando me decidí.
Me quité la ropa, la puse en el ropero (el piso), y subí a la azotea de los departamentos, me fui, al mero borde, y no, no salté, obvio, los muertos no escriben, bueno, si, si lo piensan los muertos escriben al revés, hmmm... no sé si los pueda hacer entender como lo estoy pensando, "ESCRIBIERON", pero en fin, ese no es el punto, me puse en el borde y puse mi mejor pose heroica, ya saben, pecho henchido, brazos cruzados, mentón alto, y lo más importante, riendo a todo pulmón.
Desde ese día fui conocido como el último héroe del apocalipsis.
(Ruedan los créditos, la gente se levanta, unos fulanos se quedan al último en espera de que pase algo más... no pasa)

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