"Mariano, pásame un vaso coñazo, que he de beber hasta que me salgan nuevos oidos, si, que yo quiero escuchar a la Mariana, con sus dialogos gesticulantes, anamorfisantes, dopantes y elefantes, no me digas nada, traeme el vaso que ya tengo la caña, hace falta una coca, un jugo, los hielos que no se te olviden, ten cincuenta pesos, y dile a doña clotilde, que le diga al padre que me voy al infierno, simón, que no regreso, Mariano, no seas necio, y apurate, ten el dinero y que no se te caiga, ¡ay si serás animal!, recoge el varo con las patas y sal corriendo, si ya sé, que estoy ocupando mucho el "y" y el "que", ¿y qué?, ahorita no importa porque vengo triste, si, esto es a proposito, no es un accidente, pero a ver, que opinas del amor cuando se queda sin alas, cuando se vuelve un marrano en el lodo, ahí sucio, repugnante sin esperanzas, uy si vieras como llora el póbrecito, chilla, como puerco, y a veces me da lástima, pero por eso no lo levanto, que ahí se quede, que me espere, que se acostumbre, que al rato lo alcanzo, si así de serio es esto y por eso me tengo que poner, pero si bien peeeeeedo, para caerme en el lodo y que me venga valiendo madres, ¿y los jugos, y la coca, y los hielos?, que haces ahí parado, apúrate con el mandado, no seas cabrón y no me dejes hablando solo que ya estoy grandecito y merezco respeto, y ahorita que regreses le hablas a tu tío Chabelo, para que cuente hasta diez, del uno al diez, del diez al cero, o como sea, para echarme un fondo, para vaciarme la botella, para hacerme una limpia, diez buches de esto y verás como me hago un dios ."
Eh, hmmm... la moraleja de esta historia es, bueno... hmmm... Mariano no volvió... sip, eso aprendímos todos, valioso, muy valioso.
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