
Desperté, con agilidad sobrehumana me levanté de la cama, me puse mi pantalón, mi acostumbrada camisa negra y amarré mis botas, fui al baño a lavarme los dientes y entonces razoné. Volví a mi cuarto miré mi celular en busca de tu llamada y no estaba.
Estuve tentado a salir de todas formas, más aún de llamarte por teléfono, no te llamé por miedo a que no me contestaras... por lo tanto he decidido dejarte un mensaje en este blog, con la esperanza de que lo leas algún día.
Feliz navidad, con todo mi ser espero que te encuentres bien.