sábado, 16 de febrero de 2008

Decálogo...


Según el decálogo del perfecto cuentista de Horacio Quiroga, uno nunca debe escribir bajo la influencia de una inspiración temporal, muy por el contrario, uno debe ser capaz de llamar a la musa en cualquier momento y sobre todo a voluntad, parafraseo porque no recuerdo con completa exactitud lo que el autor decía, y francamente, no estoy dado a salir corriendo a buscar el libro donde lo leí, comparto con ustedes este punto, puesto que me ha hecho pensar acerca de cuantas veces hacemos cosas, necesitando por completo de alguna ayuda inspiracional para llevar algo a cabo... por supuesto yo soy la víctima número uno de este mal (por así decirlo).
Si, soy capaz de llevar una rutina, no perfectamente, pero puedo llevarla; despertarme a cierta hora, desempeñar ciertas funciones y tratar de no traicionarme en el proceso... pero muchas veces me encuentro ante la necesidad de algo que me inspire para hacer lo que debo, y esto ha representado una gran traba en mi vida, me ha hecho perder dinero, amigos y muchas oportunidades, siendo honesto, hay veces que espero que el cielo se abra para darme una señal, y pues... simplemente no pasa.
Sí, soy lento, no llevo prisa, pero tal vez es sólo la comodidad la que habla, pero lo que si es innegable, es que en esta vida el llevarla lento me ha traido muchas cosas buenas, por tan sólo ennumerar algunas, me ha llevado a la fotografía, a tener un ojo educado y sorprendido, a mis mejores amigos y a torrentes casi interminables de risas, eso si, me ha llevado a enormes incongruencias entre mis actos y mis palabras, a discusiones conmigo mismo, a insatisfacción e ira, como tal vez a la más grande incertidumbre del siguiente paso, pero eso si, hay muchas cosas de las que antes dudaba y hoy estoy seguro.
Tengo la completa certeza de ser ateo, aunque hay días en los que la incertidumbre personal me da ganas de no serlo, amo la fotografía por encima de muchas cosas, aunque la flojera no me ayuda mucho, detesto el pescado como una bisabuela solía hacerlo, me encanta hacer ejercicio, aunque esté sólo sea con los pulgares, adoro el cine, la música y las letras, me fascinan las risas de los niños, cocinar una buena pasta, hornear pan, oler un buen perfume y las rosas al lado del camino... detesto tantas, pero tantas cosas que quisiera poder llamar a la musa en cualquier situación y a voluntad, pero soy voluble, la vida pasa de lado y quedo como un ciego esperando la mano amiga que me cruce al otro lado.

5 comentarios:

Antimanuel dijo...

Pa´qu eno digas que no leo, te recomiendo que investigues acerca de L´enfer de la Bibliothèque, Eros au secret. encontré algunas cosas que te podrían interesar)http://www.espacioblog.com/rrose/posts/index/1

Beto... dijo...

Si me lo permite me uno a usted cuando dice ser victima de necesitar un impulso para hacer las cosas... Con respecto a las musas y la frase de poder llamarlas cuando sea y de donde sea.. joder.. se debe ser un escritor en todo el sentido estricto de la palabra para lograrlo... para aquellos que apenas somos remedos de tristes aprendices de pintor... debemos esperar que las musas se dignen a miranos sobre su hombro para guiñarles el ojo, conquistarlar un poco y que bajen a posarse sobre el teclado, despues de eso, como es de esperarse, se iran al lado de por ejemplo, el cuentista Quiroga.

Ahh un tip... cuando las musas se pongan dificles siempre se puede acudir a esa amante inoportuna que generalmente se acompaña de una amiga llamada melancolia.. ellas seguro le ayudaran a fotografiar el alma y las miradas... que conste que no creo que lo necesites mucho, pues o solo muetsras tus mejores fotos, o todas son mas que buenas... Saludos

El vikingo dijo...

Pues comencemos a responder los comentarios... a ver, mi querido broda Klavier... o jazz etereus... o psycomanuel... o manuel a secas... gracias por tu comentario, ya chequé la página que me recomiendas y la neta estoy intrigado... definitivamente el erotismo es el amante indiscreto de la historia, el pene que azota contra las conciencias y el temblor de las marometas... si consigo permiso de mis modelos con todo gusto voy a dedicar unas semanas al erotismo... que francamente son mis mejores trabajos (a mi gusto)... Y ahora mi querido beto, carnal sabinesco de la eternidad, pues francamente la falta de motivación es una plaga de nuestros tiempos y llamar a la musa se convierte en la peor droga y adicción, con sus reveses y sus ventajas, es un dominio necesario para mantener una sonrisa por más de unos segundos... la dulce melancolía es extasis en las mejores situaciones... es la vejez temprana y la clara señal de que en secreto hacemos historia.
Ahora con respecto a las fotos, dependiendo de la situación, procuro poner las mejores, tengo muchas buenas fotos, pero hay algunas que por respeto a mis amadas modelos no puedo subir, ahora, otra cosa, sería muy arrogante de mi parte decir que todas mis fotos son "excelentes", algunas muy buenas, otras no tanto, pero como todo lo que hacemos en la vida, tratamos de dar lo mejor que tenemos... en este blog procuro compartir mis buenos y malos momentos en palabras e imágenes, y si de casualidad, estas esquivas musas lo permiten, les entrego una buena fotografía.

Jorge Espinoza dijo...

inspiración?... todo lo crea la mente claro, nunca hay que olvidar que aunque provenga internamente es indudable que hay un matrimonio interesante entre los estímulos externos y la creatividad, así como también la herencia biológica.. si la herencia biológica son los comportamientos e información que traemos al nacer y que de alguna forma influyen junto a tu estado volitivo a la hora del paso creativo.. por lo demás no pienses ya en musas solo haz cosas que te estimulen y de buena manera

El vikingo dijo...

Ay mi chavo, si lo que escribiera en este blog fuera un panfleto de psicología, o, un instructivo para armar un auto, tu comentarío quedaría perfecto, pero aquí surge un problema, quieres hablar de cosas "concretas", pero la mente es un intangible. Se habla de musas, porque tiene tanto sentido hablar de ellas como hablar de... "estimulos externos, estados volitivos" y todas esas teorías, claro, pueden tener un sustento científico, pero la ciencia social tiene un nivel de mito que se llama paradigma.
Se habla de musas porque se puede, porque es absurdo, porque no busco el hilo negro de la creación, hablo de musas porque no tiene sentido hablar de ellas.