jueves, 11 de octubre de 2007

Vanidad...


Belleza, adictos a rabiar por ella, que cuando las cortinas se cierran las fajas caen y los cuerpos imperfectos se despojan de sus armaduras embellecedoras, el cinturón pasa del 6º al primer agujero y todos, pero sobre todo, todos aquellos que no nos hemos ganado la lotería genética tenemos que lidiar con la honestidad, si, con el peor enemigo que se oculta tras el espejo, con el que después de hacer gala de nuestra decadencia nos devuelve a nuestra condición de seres humanos.
Vanidad, personalmente no considero pecar de ella, me visto bien un par de veces al año, sea unos quince años, trabajo o incluso una cita, tengo que vestir bien, pasar más tiempo del que debiera frente al espejo, pero de todas formas, sigo y seguiré prefiriendo ser el que se encuentra detrás de la cámara; no me considero un ideal de belleza, pero tampoco siento que esté tan en el basurero, lo cierto es que mi propia personalidad no es sinónimo de sex appeal, grosero, con mucho tema de conversación pero nunca el adecuado, con aspecto de vikingo y siempre con la camisa negra (NO LA DE JUANES POR AMOR DE DIOS), los jeans y las botas, no me siento dark, gotico, metalero, ni parte de ninguna subcultura, simplemente es que me cansé de pensar que combina con qué y ustedes entienden más de esos debrayes, como que siempre de negro en un rincón, uno no llama la atención.
La belleza no es un pecado, simplemente una pasión y como todas ellas, se consume rápidamente.
-Intermedio-
Cirios que se extienden al caminar, sabemos todos lo que ha de pasar, las hojas de los arboles caen, la piel se estira y los huesos se rompen, pocos placeres duran, todos se deforman, la belleza es perversa y oscura en sus maneras, te atrapa y desnuda lo que eras, cultura de masas, las cámaras, la ropa, los antros y todos los excesos, vamonos dando prisa que en aparentar se nos cae el maquillaje, tacones que se rompen, faldas que se rasgan, pantalones con agujeros, botas defectuosas, lentes enormes, antifases que ocultan tu verdad.
La belleza es de pocos y estamos diseñados para someternos ante ella, la vemos, nos entregamos, esclavos con grilletes de oro, correas de piedras, envueltos en telas y con antifases de vidrio, tanta sofisticación, esclavitud se llama industria, nadie se escapa, ni tú, ni yo... libertad no significa nada, mientras más tienes menos la deseas, pero nunca la obtienes.
No estoy aquí para decirte que es mejor, sobre todo porque yo también me he entregado a la belleza, mi esclavitud es más compleja, me he entregado por nada, pero dentro de mis sueños habita la belleza.
Hoy la verdad no ando muy inspirado, quería decir tanto, pero ya no le veo el caso, recuerden que el arte es la única industria que te arranca de la realidad y te devuelve a ti mismo.

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