martes, 2 de octubre de 2007

Queismo...


Para cuando el horizonte nos alcance, cuando estemos sumergidos en el mar más profundo con la nostalgia en carne viva y las consecuencias de decisiones malditas nos surquen la piel, venimos del fuego con elecciones erroneas, la noche se acumula bajo nuestros ojos, habla de soledad, de las camas vacías, de donde nos hemos convertido de heroes a fracasos, ¿en donde nos encontraremos si no es en el horizonte?
A lo lejos hemos jugado a los amantes, nos hemos mandado largas cartas amorosas donde nos decimos la vida misma, pero la soledad de nuestras manos, pulsa delicadamente las teclas de nuestro abandono, vaya, hemos renunciado a lo que no era necesario, para vernos en un presente juguetón y ausente, donde no tenemos nada más que esto.
Fatalidad presente, ironía y sobreviene la sonrisa, me alegra encontrarme en un estado tan sensible, donde ejercito los dedos y pongo en práctica la alegría de ser uno mismo, que en el tiempo trascurrido nuestros buenos recuerdos continúan desapareciendo, uno a uno vienen, los abrazo y se van, bueno es decirnos adios, más en específico, yo te digo adios, adios al noviazgo, al enamoramiento, a la tortura de ya no tenerte, adios, no puedo decirte lo importante que fuiste para mi, en un descuido, se me ha olvidado.
Nuevos proyectos tocan a mi puerta, por desgracia ninguno me habla de más amor que el propio, nos veremos de nuevo en el horizonte, sea volteando o mirando al frente nos veremos, poco a poco nos iremos de nuevo al olvido, encuentros fortuitos nos recordaran nuestros nombres, te amaba desconocida, más no puedo recordar por qué.

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