miércoles, 1 de agosto de 2007

Del amor al odio... ¿bailas?

Pues para variar no voy a iniciar con una fotografía que intente o tenga siquiera la intención de capturar la atención de la persona que de casualidad pase su vista por mi blog, nah, hoy de hecho es una entrada relativamente privada, pero como cualquier cosa que realmente quieras esconder, lo mejor que puedes hacer es dejarla a la vista de todos, de cierta manera lo pienso como que quien lo busca lo pasará por alto y quien deba encontrarlo será guiado por la casualidad.
En fin, ayer ya lo anunciaba, hoy toca hablar de aquellas cosas que en su momento poblaron tu mente de sueños y alegrías constantes, pero poco a poco se convierten en tu yugo, en un estado de incomodidad constante que poblaba nuestras mentes la mayor parte del día. Así estuve yo durante poco más de 2 años (pinche vato aferrado), echando a perder la vida, pudriendo mi mente en rencores y aislándome del mundo, presa de una angustia inexplicable, y después de todo ese sufrimiento, pregúntenme si estaría dispuesto a volver a estar con ella.




Cuando bailo del amor al odio, cuando me dejo llevar por los momentos que me hicieran feliz, una gran tristeza me toma por completo, un gran rencor me posee, una gran nostalgia me invade, cuando voy del amor al odio, no encuentro las palabras precisas, sólo me dejo llevar por la nada y trato de ascender de la mierda que me llena, encuentro en mis pulmones la sangre, el mito y el vuelo, mas no puedo salir de mi, ni mucho menos puedo escapar de ti. No te extrañe ni te sorprenda, yo soy el responsable de mi malestar, no te culpo ni te miro, cuando te comienzas a cambiar, mutas, bailas, no sé a donde estarás, cuando juegas del amor al odio, seguro te vas a quemar, he ardido largo tiempo, me he quemado con mi propia grasa, me siento incinerado por la pasión que hoy me ha abandonado, ya no te tengo en mi vida y dudo que a ella le hagas falta, sin embargo preguntame si te quiero y me quedaré callado, dime si acaso he perdido la razón, junto a ti mi cabeza volaba, ayer, rodaba colina abajo, cuando te amaba, cuando te entrañaba, ayer, donde todo tiempo pasado fuera mejor, bien has hecho en dejarme, me has ayudado a superarme, déjame odiar nuestros recuerdos, déjame odiar tus labios y tu piel, déjame perder nuestro pasado para vivir mañana, hoy me levantaré en 3 cruces, hoy dejaré un cadáver de mi piel, me encontraré mañana conmigo, como quien se acuerda de un viejo amigo, hoy me perderé contigo y sin ti, rebuscando entre sueños sin mi me perdí. Cuando estés bailando no me des la mano, pues yo de aquí me voy caminando.


Lo sé, pinche vato mamador, pero que querían, hoy ando más poeta que loco, y me he dado el lujo de despreciar a mi pasado, lo que sentí ya fue, no se puede volver a hablar en presente de él, y lo que en mi ha quedado es un gran hueco que busca ser llenado, cada vez que la veo, mi corazón se acelera, y tiene toda la razón, el vacío que ha quedado tiene su figura, su nombre y su recuerdo, pero alguien mejor puede merecer ese lugar, hoy ya no quiero dejar que estás cosas ocupen mi pensamiento, que éste amor pasado se quede como lección, y aprenda yo las reglas del juego del amor, aunque no existiera nadie en mi futuro, la esperaré con brazos abiertos con la plena esperanza de corresponder nuestro amor.


"No quiero morir, sin haber amado, pero tampoco morir de amor..." ("Calaveras y diablitos", Los fabulosos Cadillacs).

No hay comentarios: