jueves, 11 de junio de 2009

Salir bajo palabra...


Son las prisiones de nuestra mente las únicas responsables de la decadencia de un presente con pocos ánimos, son los besos en las rejas los que se dejan en la puerta, no puede ser posible, que con los suaves labios, dados con amor, el interno escape de la prisión.

Vengo con las secuelas de un día misterioso, en el cual mi cuarto de siglo no fue para tanto, ni para menos, una buena fecha memorable, con las alegrías en el horizonte me complazco de anunciar, que la gran fiesta se viene el sábado, en mi nombre, por mi nombre, y mi nombre se convierte en excusa para festejar.

Viene el fuego ardiendo y rodando por la colina, las velas de un pastel nunca incendiado, cuidando la línea que las curvas matan a mis rodillas, venga, que esta entrada no puede ser tan larga... después de todo, tarde, pero tengo que ir a trabajar.

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