viernes, 20 de febrero de 2009

Navegando por el descenso...

Mantengan el curso, nos dirigimos a nuestro destino, conocer a nuestro creador y le partiremos el hocico, tanto dado, tanto arrebatado, izen la velas, quemen el cielo, dejenme entonces preparar el infinito, no hay horizonte tan cierto como el que hoy enfrentamos, nos caemos, quemamos y morimos por los amores perdidos, cuantos códigos, cuantas claves y saludos secretos, este amor mi amor me ha dejado varado y sin esperanzas.
Ni que decir, nada queda, me he encontrado a mi mismo vacilando frente a la imagen en el espejo, busco amigo, consuelo, aliado, pero de nuevo, de reojo, por accidente, veo visitantes que no deberían llegar, me sorprendo a mi mismo frente al pensamiento, que todo lo dejado, quemado, marchitado, masturbado, me ha dejado consumado frente al sentimiento más sutil, la muerte en escaramuzas, la patata de mi abuelo, hemos dejado todo, todo, pero todo bajo tierra, es andar respirando perfumes sin siquiera olerlos, andamos sin vida, somos aire, somos un eterno exhalar, muero.
Ven a ver mi tumba, el día de hoy llueve fuego desde el cielo, y no tiene el dulce sabor de antaño, conserva un buqué de vidas pasadas, los aromas invisibles e insensibles pasan de mi como paso de ellos, es facil para mi decir, busco vida, busco amor, más no sé si en serio, este universo no da oportunidades, o el ciego soy yo.
Las pocas sorpresas son ofertas de barata, corazones defectuosos en caparazones asquerosos, lo lamento, pero no quiero sobras, yo busco amor, tengo un corazón que se vende a pagos, un alma regalada un espíritu de limpia chimeneas, aspiro los senderos de un corazón partido, polvo a las dunas de mi amor.

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