domingo, 17 de agosto de 2008

El sueño de Sofía...


Quienquiera que ella controlaba era el horizonte escapista de un sueño debrayado, entre el beso fugaz, el horizonte cautivo y los besos miserables, la inteligencia no era maestra y los susurros eran caprichosos, dependiendo del contexto, los búhos cantaban su extraño y siniestro canto, los depredadores de los bosques, unas coquetas luciernagas al final de la carretera.
Sofía viene manejando su taxi, anda entre carreteras desiertas buscando almas perdidas, regala besos a los extraños y los cubre con su viejo chaleco, Sofía maneja sin rumbo, su coche se mueve con el poder de las ideas, asignando destinos a los viajeros perdidos, cuenta con amantes, mismos que cuenta con casi todos los dedos, lleva 19 y son los mismos años que tiene, le falta un amante para cumplir su destino, llegando a 20 tendrá manos y pies para cabalgar su eterno horizonte.
Han pasado varias horas desde que inició su turno, va pasando por Totalco, un pueblillo casi desierto con pocas luces en las pocas casas, se estaciona junto a un restaurante de paso, todavía tiene luces prendidas en el fondo...

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