martes, 8 de julio de 2008

Fantasma del espacio...

Ah, esto de los recuerdos te pone a recordar, con suerte no te gana la nostalgia ni esos sentimientos de zapato en las heridas, o ese misterioso complejo de superheroe que te gana por las noches, en busca de los villanos que te han sangrado la chipaltrana... pero, el amor ha sabido ganar por momentos, y en los momentos clave ha ganado, que ha sido una buena fortuna encontrar que los besos aún sabían a miel, un poco alcoholizados, pero seguían siendo una gran delicia, desde su suave y rugosa textura, hasta ese susurro que se llama sexo, y el sexo es bueno, discreto y discrepante, a ratos lisiante pero que te deja anhelante del encuentro entre dos mundos, si lo sabes me lo dices y me cuentas que te sale.
Sabes bien que la miel algo entre manos se tiene, porque muchas manos y patas se retuercen en su jarabe, conoces de lo que hablo si has contado con los fantasmas alados, bienaventurados mamarrachos que se saben las del pedro infante, estos ejercicios no hablan mucho más dicen demasiado.
Saludo a los profetas, profetas me saludan, me dan la mano antes de que haya susurrado.
Susurrado han dicho los que han zurrado la vida de cabo a cabo.
Cabo porque acabo, de acabar de recibir una saludable visita que no es una cita.

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