Dispara con las puertas abajo, con las sonrisas de los gnomos, con las curiosidades en la mente, los dedos juguetones y simplemente tenerte enfrente... apareces divina, con un halo de luz alrededor de tu cuerpo, te veo rodeada de luz, prometida, paciente, increible, domino habilidades desconocidas y no parece sorprenderte.
Atravesaré la puerta cuando tenga sentido, pensaré en ti para no mantenerme indiferente... no me hago ilusiones... Pablo nació solo.
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