viernes, 11 de enero de 2008

Entre sueños derretidos...


-¿Si bueno?
-Hola, habla tu miserable pasado, el recuerdo incesante de las noches más frías.
-Ah mire que bien... ¿y que se le ofrece?
-Un pedazo de carne por los recuerdos pasados, un poco de lástima para los ciegos y un beso en los parpados.
Me detuve por un momento y contemplé que todo aquello por lo que innercia y necedades aparte me habían llevado a producir, sin animos de risa me reí por todo lo alto del cielo y yo tan ateo, pero sin corazones que levantar de la carretera, en el pavimento ardiente, infame e infalible, me encontré contigo en una llamada dolorosa por tu olvido, me obligas a recordarte, a recordar todo... y tu... pues tu único deber es recordarme cuando olvido algo tuyo y olvidarme el resto de tu tiempo... el infierno arde tan fuerte como tu hielo.

No hay comentarios: