jueves, 1 de noviembre de 2007

Odio...

Indeterminación, falta total de voluntad para comenzar a luchar por tantas cosas a las que ya no encuentro sentido y de pronto, por casualidad, oscuridad miserable, vuelve a aparecer mi debilidad, la misma que me hace doblar las manos, sumisión patética ante un pasado innombrable, si dios ya no duerme en mi cama... mucho menos ella.
Colera, si no he escrito es por tanta furia, estoy enojado conmigo, corrupto por tanto odio que siento, odio que se vacía sobre las banquetas, las piedras y los anuncios, que esto es guerra, música para el Vikingo, mi identidad secreta a todas voces conocida, mi refugio con espinas, mi cobija de hielo, en realidad estoy enojado.
Ya no es la misma furia que sintiese al caminar por la calle solitaria, ya no es el grito de batalla que solté al salir, no, ya no es lo mismo, es una herida abierta, es la guerra... cansado estoy, el teclado en el que escribo no es de mi agrado, descansaré por hoy, que mañana han de enterarse de lo que siento con más detalles.

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