martes, 13 de noviembre de 2007

Ausencia...


Desapareceré, antes de darme cuenta ya no estaré por mi, con unos cuantos susurros sabré que ya no estoy aquí, en las ausencias de mi vida me he perdido, pero poco a poco comienzo a caminar, una comida, grasosa en escencia, satisface al mal nutrido paladar, me muero por un poco, tan sólo un poco de realidad, reinos superimpuestos he de afrontar, con sus paradigmas melancólicos decadentes y demás, me enfrento a un día a día lamentar, lo que poco ha surgido no ha de volver jamás, lloriqueos manipuladores, cuando nada se ha podido, nada se ha de negar.
Mi hermano Joserra, no de sangre pero mi hermano, estudiante dedicado, amable y afectivo, de entre todos los hermanos, el único que tiene corazón es él, sin lamentarse demasiado, sin ponerle pausa a todo, se entrega como poseido a fantasmas que lo dividen, mi hermano, mi noble hermano, que todos mis deseos a ti son bien merecidos, felicidad duradera, amor verdadero, espero te suceda.
Con un par de copas que rebasaron a su estómago, cierta noche se hallaba perdido, sacando por su boca al diablo enardecido, que ante la tira se levanta pronto, a decorar con sus desechos un sillón desposeído, bien acompañado se encontraba, con mi primo mano en nalga, pero nada de homosexual había en semejante arreglo, el sopor etílico en esa posición lo desmayaba.
Encontré este fotomontaje que hice de un broda, por eso postee, pero es el último de esta semana.

No hay comentarios: