Oye carnal, que en esto de estar a punto de quedarnos dormidos no somos más que el recuerdo cuasiforme de una juventud que nos evade, eso de escribir con pocas comas nos sorprende y al mismo tiempo nos deprime, es tan sólo un ejercicio que se programa para propagarse por el universo, es al mismo tiempo motivo de orgullo y manifiesto con respecto a los amores que no conoceré, subo una fotografía de una adorable niña que me regaló su mirada mientras trabajaba, son estos momentos en las casualidades de lo absurdo en las que me sumerjo en un instantáneo momento de sueño y me pregunto acerca de los corazones que romperemos por falta de amor.
No es sorpresa , ni siquiera un gran misterio hablar de los corazones anhelantes que gozan de placeres no estipulados en ningún manual del buen vestir, no es esto una mera casualidad, el dominar habilidades que no conocíamos y por cierto, estoy encontrando en el ballet un placer multiforme que rellena ratos de mi existencia y me conmueve misteriosamente... ¿será que me gustan las bailarinas?, no lo sé, pero el punto es que me quedé maravillado con su flexibilidad y cuerpos etéreos, mon dieu, podría pasar muchos meses incluso años tomándoles fotografías y soñando con su amor... en fin.
Me despido como siempre de estos ejercicios a punto de caer dormido, escogiendo como siempre la peor hora para realizarlos, y, en verdad quiero darles las gracias por visitar este blog.
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