domingo, 16 de diciembre de 2007

Meditaciones a la orilla del universo...


Con pocos versos un poco de imaginación y locura recordaré, que con poco esfuerzo me he ido orillando a dimensiones cada vez menos conocidas, la mente divaga mano a mano con el alma, tan mortales ambos que mueren cada noche en mis sueños, a la orilla de la orilla orillada me encuentro, con pocas ambiciones un poco de paz y un verdadero sueño y necesidad de comer un delicioso pavo, agrega una pierna, una compota chingona y en realidad me tendrás alegre, cual avestruz no me verás sacar el rostro del plato, comiendo como cerdo y viviendo como uno, vivo en la piara del destino y la mierda te mantiene tibio, con pocos susurros me verás volando como una piedra pesada, como el mundo me saca de balance y muero, así, sin tantos detalles para matarme de aburrimiento, que les quiero hablar de estilo pero no basta el espacio sin aburrirlos.
Por cierto que la música suave me ha convertido en un debil pedazo de metal.

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